Pon en una olla a fuego medio alto, cuatro tazas de leche (1 litro) y canela a tu gusto.
Adiciona el azúcar (blanco y moreno) y revuelve con una cuchara de madera para que se disuelva.
Mientras tanto, en un recipiente hondo, mezcla una taza de leche y la fécula de maíz y revuelve bien para que no queden grumos ni se quede pegada en el fondo.
Cuando la mezcla de la olla hierva, baja a fuego medio-bajo y deja por unos 5 minutos para que la canela suelte su olor y sabor.
Retira la canela y revuelve nuevamente la mezcla de la fécula de maíz disuelta en la leche y adiciona a la preparación. Agrega la mantequilla. Revuelve.
Cocina a fuego medio-bajo hasta que hierva y adquiera una consistencia bien espesa. Todo el tiempo hay que mezclar con la cuchara de madera.
Cuando se pasa la cuchara por el fondo y queda la marca, la consistencia es la correcta.
Vierte la mezcla en moldes individuales y deja enfriar unos 40 minutos o hasta que esté a temperatura ambiente y desmolda