Calienta la leche hasta que esté tibia.
Agrega 10 cucharadas grandes de leche en polvo a la leche tibia, asegurándote que queden bien mezcladas.
En una licuadora, licua la mezcla de las leches por 1 minuto.
Pon la leche licuada en un recipiente y deja reposar por 10 minutos. Y listo, ya la puedes utilizar.