Agrega la leche y el azúcar en una olla, idealmente de fondo pesado, y deja a fuego bajo hasta que el azúcar se disuelva.
Una vez el azúcar se haya disuelto, sube el fuego a medio. No revuelvas una vez hierva ya que se puede cristalizar el azúcar.
Cuando hierva, baja la temperatura a fuego bajo y deja hervir por unos 35 a 40 minutos o hasta que la leche se haya espesado a la mitad, tornándose de un color más cremoso.
De forma cuidadosa, elimina la espuma que se va formando en la superficie con una cuchara. Si hay pedazos de azúcar pegados alrededor de la olla, no debes mezclarlos con la leche condensada ya que pueden cristalizar la mezcla.
Cuando esté listo, retira de la estufa y vierte en un frasco para enfriar. Una vez se enfría completamente estará más espesa.
Guárdala en un envase hermético en la nevera. Allí puede durar hasta 6 meses