Uno de los cuentos que rondan por ahí en artículos de internet o en posts de redes sociales es que la carne roja es poco saludable pues es mucho más difícil de digerir que el pollo, el pescado y que otros alimentos como las frutas y las verduras. Aquí, derribamos el mito.
De todos los temas que existen actualmente en medio de este mundo obsesionado con el fitness, lo orgánico y la comida saludable, uno de los más frecuentes es cómo sanar la digestión y, en este contexto, las carnes rojas terminan siendo uno de los grandes ‘enemigos’. Hay quienes dicen, sin mayores fundamentos científicos, que la carne de res se demora más horas en digerir que el pescado, por ejemplo. O también ronda la idea de que la carne está totalmente contraindicada para aquellas personas que sufren del Síndrome de Colon Irritable.
Decidimos entrevistar a la doctora Ana María Ángel, vicepresidenta del Colegio de Nutricionistas, para entender la verdad detrás de tanta confusión. Misterios resueltos. Empecemos.
La carne toma más tiempo en ser digerida, en comparación con otros alimentos como el pollo, el pescado o los vegetales.
Falso. La digestión, entendida como el proceso bioquímico de transformación de nutrientes complejos a nutrientes sencillos donde se mezcla el bolo alimenticio con enzimas y otras sustancias, es un proceso que funciona igual para todos los tipos de proteínas. Es decir que la digestión de las proteínas provenientes de la carne de res, del pollo y del pescado tardan el mismo tiempo en digerirse o en romper las cadenas de proteinas en aminoacidos para ser absorbidos.
La digestión de las proteinas se realiza en su gran mayoría en el estómago y en el intestino delgado. Por lo tanto la carne como alimento nunca llega al colon, en muchas ocasiones se confunde un tránsito lento del colon con el proceso de digestión, El tránsito lento del colon puede estar asociado a diversos factores que no se relacionan con la digestión de las proteinas. Es un mito que la carne de res se fermenta en el colon, los ácidos presentes en el estómago junto con otros jugos gástricos desdoblan rápidamente las proteinas contenidas en este alimento y al pasar por el intestino delgado con absordidos todos los nutrientes que contiene la carne de res, es decir nunca al colon llegará un trozo de carne como muchos piensan! (otro mito frecuente asociado a su proceso de digestión).
Los aminoácidos y los ácidos grasos de la carne, una vez descompuestos desdoblados, se absorben completamente en la paredes intestinales y van directamente al torrente sanguíneo o al hígado para ser usados en diversas funciones corporales.
Es más, contrario a lo que muchos podrían pensar, algunos alimentos integrales, como los granos y alimentos como las leguminosas fríjol, lenteja y garbanzos están cubiertos por una cascarilla o piel que resulta muy difícil de digerir pues el sistema digestivo humano no tiene las enzimas necesarias para hacerlo y en unión con las bacterias propias del intestino se fermentan fácilmente produciendo gases y distención abdominal.
La carne está contraindicada para las personas que sufren inflamación en el colon.
No en todos los casos aplica la restricción. De hecho, el Síndrome de Colon Irritable o la inflamación del colon tiene diversas causas, inclusive, varias asociadas con el estrés psicológico. Ahora bien, explica la doctora Ángel, de acuerdo con el nivel de tolerancia individual, lo mejor será consumir carnes rojas magras y evitar aquellas con alto contenido graso o en preparaciones en las que se adicione grasa para su cocción.
Así mismo, aquellas personas que padecen del Síndrome del Colon Irritable deben moderar el consumo de fibra insoluble procedente de alimentos integrales o leguminosas y más bien, mejorar el consumo de fibra soluble, la cual se puede encontrar en alimentos tales como la manzana, la guayaba y los duraznos.
Tres consejos para optimizar la digestión de las carnes rojas
- Sustancias como la papaína y la bromelina, provenientes de la papaya y la piña, respectivamente, actúan como sustancias proteolíticas, es decir, que ayudan a romper las cadenas complejas de proteínas convirtiéndolas en aminoácidos y, de esta manera, se facilita su digestión y absorción.
- La curcumina, sustancia proveniente de la cúrcuma, ayuda a facilitar el tránsito de las proteínas hidrolizadas del estómago al intestino delgado para ser absorbidas más fácilmente.
- Algunas especias, como el romero, contribuyen con la digestibilidad de las proteínas permitiendo la absorción rápida de los aminoácidos esenciales en el lumen intestinal.