Lejos de causar problemas de salud, la leche los puede prevenir

Debido a su altísimo valor en vitaminas, minerales y  nutrientes que aportan energía, el consumo de leche y lácteos resulta una gran alternativa para prevenir una buena cantidad de enfermedades.

Uno de los ejemplos más comunes de las bondades de la leche reside en la prevención de la osteoporosis, que es una enfermedad en la que se produce una disminución de la densidad de la masa ósea, por lo que los huesos se pueden romper con mayor facilidad.

La leche, y los lácteos en general, ofrecen una de las principales fuentes de calcio presentes en un alimento masivo y de fácil acceso, además de incluir vitamina D, la cual facilita la correcta absorción de este mineral. El calcio permite el fortalecimiento de los huesos, por lo que un consumo diario de 1.200 mg de calcio es útil para prevenir la osteoporosis, y la leche es la fuente más sencilla, económica y deliciosa para consumir esta cantidad recomendada de este mineral.

Pero la osteoporosis no es la única enfermedad que la leche puede ayudar a prevenir. Este alimento también útil para reducir la disminución muscular en personas de todas las edades, y, según el informe ‘Advances in Nutrition’, de la Sociedad Americana de Nutrición, el consumo de productos lácteos -en especial aquellos con un contenido bajo en grasa- estaría asociado con una disminución del riesgo de padecer diabetes tipo 2.

De hecho, esta misma investigación concluyó que también que el consumo moderado de la leche y sus derivados se asocia con un menor riesgo de cáncer colorrectal y de vejiga, además de disminuir el riesgo de padecer síndrome metabólico. Además, los productos lácteos no aumentan el riesgo de sufrir de enfermedades cardiovasculares y, por el contrario, podrían tener un efecto protector leve.

La vitamina A que contiene la leche también previene la aparición de másculas oculares en la edad adulta, la cual puede causar ceguera, y además los lácteos contienen todas las vitaminas del complejo B, por lo que su consumo es beneficioso para la formación de glóbulos rojos en la sangre y al mantenimiento del sistema nervioso central.

Con este paquete vitamínico tan extenso que contiene la leche, no es un misterio que su consumo diario puede evitar o retardar el momento en el que las personas deban recurrir a suplementos vitamínicos, por lo que lo recomendable para una persona sin mayores inconvenientes de salud es llevar una dieta sana, realizar con regularidad actividad física y consumir productos lácteos diariamente, sin necesidad de ayudas externas, como estos suplementos.

Por otro lado, si la persona se encuentra en un punto en el que se necesita el consumo de suplementos vitamínicos, previa prescripción de un profesional, la leche no podrá reemplazarlos, pero si es recomendable acompañarlos de una alimentación que incluya raciones diarias de leche o lácteos permitidos (como los bajos en grasa o deslactosados), si se cuenta con una condición que presente algunas restricciones alimenticias.

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